HARRISBURG, 3 de abril de 2013 - El gobernador Tom Corbett dijo hoy a los líderes empresariales de Reading lo importante que es vender las exitosas y rentables licorerías del estado, pero entregó el mensaje en la ciudad equivocada, dijo hoy la senadora Judy Schwank (D-Berks).

"Reading se encuentra en medio de una lucha económica similar a la de otras ciudades y pueblos de Pensilvania. Asimismo, se enfrenta a un índice de delincuencia creciente, que fue el catalizador de la reciente cumbre sobre delincuencia a la que asistió el gobernador. Facilitar que más gente compre más cerveza y licor no hará sino agravar nuestros problemas", afirmó Schwank. "Este no es el tipo de ayuda o dirección que necesitamos de Harrisburg.

"Incluso la promesa del gobernador de entregar los beneficios de la venta de licores, si se produce, es débil. ¿Qué harán los distritos escolares cuando se gasten el dinero? Se trata de una estratagema de palo y zanahoria que sabrá más a serrín cuando ya no haya licorerías estatales y la posibilidad de comprar alcohol aceche en cada esquina.

"Se concederán 5.000 nuevas licencias de vino y cerveza si el gobernador Corbett se sale con la suya. Demasiados de esos nuevos establecimientos estarán en mi distrito y los males sociales que crean no harán sino agravar los problemas de Reading y del condado de Berks".

"El 40% de los delitos violentos están relacionados con el consumo de alcohol, al igual que el 40% de los accidentes de tráfico mortales. Las comunidades que tienen más bares y licorerías per cápita experimentan más delitos violentos.

"Nuestro sistema de venta de bebidas alcohólicas debe actualizarse, y apoyo la legislación de modernización que se propone en el Senado".

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